La importancia de comer carne segura
Más de cien estudios científicos prueban en forma contundente que el consumo de carne es necesario para garantizar la salud de las personas. Según FAO, una dieta saludable y equilibrada debe incluir una porción de carne roja, ya que esta es una de las principales fuentes de proteínas y aminoácidos que son moléculas necesarias para el funcionamiento de cada una de células de nuestro cuerpo.
La ciencia además destaca el aporte que tiene la carne en hierro y vitamina B12, elementos necesarios para la formación de glóbulos rojos y para el adecuado funcionamiento del sistema nervioso; incluso, estudios realizados por la universidad de Harvard afirman que gracias al consumo de carne el tamaño y la forma del cerebro de nuestra especie cambió, al punto de permitir al ser humano desarrollar su inteligencia y dar inicio a la civilización.
No obstante, todos estos enormes beneficios nutricionales y evolutivos pueden verse seriamente afectados si consumimos carnes de dudosa procedencia, es decir, aquellas carnes y productos cárnicos que han sido faenados fuera de las plantas de procesamiento certificadas para este propósito.
Algunos alimentos se asocian más que otros a enfermedades, siendo los alimentos de origen animal los más propensos a contaminarse con bacterias como: Salmonela, E. Coli, Campilobacter, entre otras, esto se da cuando la carne no es manipulada adecuadamente y mantenida en los rangos de temperatura necesarios para evitar el crecimiento de estos patógenos, como ocurre con las carnes que se comercializada en forma antihigiénica en la vía pública.
Es por esto, que consumir carnes de dudosa procedencia tanto las que se venden en la vía pública y en otros lugares no autorizados, representa un gravísimo riesgo para la salud humana, dado estas carnes no han recibido inspección veterinaria oficial y son fuente de contagio de enfermedades como la cisticercosis, que es una enfermedad parasitaria, en la cual, las larvas de un parásito llamado Taenia solium, infectan el cerebro de las personas provocando graves lesiones, convulsiones, fuertes dolores de cabeza, parálisis y la muerte de quien las padece.
Finalmente, es nuestra responsabilidad como consumidores brindar a nuestras familias la posibilidad de consumir carne de calidad, libre bacterias y parásitos, que garantice la correcta nutrición de nuestros hijos.
Dr. Fredy Cueva Castillo.
Máster en Biotecnología en Producción Animal
Por la Universidad Técnica Particular de Loja
La ciencia además destaca el aporte que tiene la carne en hierro y vitamina B12, elementos necesarios para la formación de glóbulos rojos y para el adecuado funcionamiento del sistema nervioso; incluso, estudios realizados por la universidad de Harvard afirman que gracias al consumo de carne el tamaño y la forma del cerebro de nuestra especie cambió, al punto de permitir al ser humano desarrollar su inteligencia y dar inicio a la civilización.
No obstante, todos estos enormes beneficios nutricionales y evolutivos pueden verse seriamente afectados si consumimos carnes de dudosa procedencia, es decir, aquellas carnes y productos cárnicos que han sido faenados fuera de las plantas de procesamiento certificadas para este propósito.
Algunos alimentos se asocian más que otros a enfermedades, siendo los alimentos de origen animal los más propensos a contaminarse con bacterias como: Salmonela, E. Coli, Campilobacter, entre otras, esto se da cuando la carne no es manipulada adecuadamente y mantenida en los rangos de temperatura necesarios para evitar el crecimiento de estos patógenos, como ocurre con las carnes que se comercializada en forma antihigiénica en la vía pública.
Es por esto, que consumir carnes de dudosa procedencia tanto las que se venden en la vía pública y en otros lugares no autorizados, representa un gravísimo riesgo para la salud humana, dado estas carnes no han recibido inspección veterinaria oficial y son fuente de contagio de enfermedades como la cisticercosis, que es una enfermedad parasitaria, en la cual, las larvas de un parásito llamado Taenia solium, infectan el cerebro de las personas provocando graves lesiones, convulsiones, fuertes dolores de cabeza, parálisis y la muerte de quien las padece.
Finalmente, es nuestra responsabilidad como consumidores brindar a nuestras familias la posibilidad de consumir carne de calidad, libre bacterias y parásitos, que garantice la correcta nutrición de nuestros hijos.
Dr. Fredy Cueva Castillo.
Máster en Biotecnología en Producción Animal
Por la Universidad Técnica Particular de Loja